El porcelánico es uno de los materiales más utilizados hoy en día para suelos y revestimientos, gracias a su alta resistencia, durabilidad y acabado estético. Sin embargo, estas mismas cualidades lo convierten en un reto a la hora de hacer perforaciones para instalaciones, anclajes o elementos decorativos. Taladrar porcelánico sin dañarlo ni desgastar herramientas innecesariamente requiere técnica, experiencia y, sobre todo, la elección adecuada del equipo. En este post te explicamos cómo hacerlo de forma profesional.
¿Qué opciones tenemos para taladrar porcelánico?
Cuando hablamos de taladrar porcelánico en corte seco, contamos principalmente con dos alternativas eficaces:
1. Brocas diamantadas para radial
Son la opción preferida por muchos profesionales por su velocidad de perforación y larga vida útil. Se utilizan con una amoladora (radial) y destacan por su eficacia en piezas duras como el porcelánico.
? Consejo pro: Para un desgaste uniforme de la capa diamantada y prolongar la vida útil de la broca, es importante realizar un movimiento circular durante el taladrado, en lugar de ejercer presión constante en un solo punto. Este detalle técnico marca la diferencia en trabajos intensivos.
2. Brocas diamantadas para taladro sin percusión
Si no dispones de radial o prefieres una herramienta más controlada, puedes utilizar una máquina de taladrar sin percusión. Esta opción es perfectamente válida, aunque presenta algunas diferencias:
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La perforación es más lenta.
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La vida útil de la broca es más corta que en el caso de la radial.
Aun así, es una solución práctica y versátil para trabajos puntuales o situaciones donde se requiere mayor precisión.
Importante: no olvides el material que hay detrás
Ambos tipos de brocas diamantadas están diseñadas exclusivamente para perforar la capa de porcelánico. Una vez superado ese espesor, es crucial cambiar a una broca adecuada al material de fondo:
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Broca de vidia para hormigón, ladrillo, yeso, etc.
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Con percusión si el material base lo permite.
Este cambio es fundamental para no sobrecargar la broca diamantada y asegurar una perforación limpia y eficiente en todo el espesor del muro o superficie.
Conclusión
Taladrar porcelánico no es complicado si se cuenta con las herramientas adecuadas y se aplican las técnicas correctas. Ya sea con radial o taladro sin percusión, lo importante es conocer los límites de cada broca, cuidar el movimiento durante la perforación y combinar herramientas según el tipo de soporte. Así se evitan roturas, se ahorra tiempo y se obtienen acabados profesionales.
¿Tienes tus propias técnicas o recomendaciones para taladrar en porcelánico? ¡Compártelas en los comentarios!