Calefacción de Gasoil: Ventajas, Instalación y Mantenimiento
La calefacción de gasoil sigue siendo una de las soluciones más utilizadas en viviendas unifamiliares, edificios rurales y zonas donde no existe acceso al gas natural. Su capacidad para generar una temperatura estable, incluso en condiciones climatológicas extremas, la convierte en una opción altamente fiable y eficaz para climatizar espacios. En este artículo abordamos sus principales ventajas, el proceso de instalación y los aspectos clave del mantenimiento del sistema.
Ventajas de la calefacción de gasoil
Una de las principales ventajas de la calefacción de gasoil es su alto poder calorífico. El gasóleo C, utilizado habitualmente en estas instalaciones, permite alcanzar rápidamente temperaturas confortables, incluso en estancias de gran volumen o con mala inercia térmica.
Además, los sistemas de gasoil ofrecen una gran autonomía. Al depender de un depósito propio, el usuario controla directamente el suministro, sin estar sujeto a cortes o fluctuaciones del mercado energético. También es compatible con múltiples emisores térmicos, desde radiadores hasta suelo radiante.
Instalación: componentes fundamentales del sistema

Esquema típico de instalación de calefacción de gasoil con elementos clave del circuito.
Una instalación de calefacción por gasoil incluye componentes esenciales para su correcto funcionamiento:
- Vaso de expansión: absorbe la presión generada por la expansión del agua caliente.
- Válvula de seguridad: libera el exceso de presión en caso de anomalía.
- Manómetro: permite controlar visualmente la presión del circuito.
- Purgadores de columna y purgadores de radiador: eliminan el aire del sistema, mejorando el rendimiento.
- Termostato ambiente: regula la temperatura interior de forma eficiente.
- Bomba de circulación: garantiza el flujo continuo de agua caliente por el circuito.
- Llaves de radiador dententor: regulan el caudal en cada radiador.
- Válvula de zona: permite independizar zonas térmicas en la instalación.
- Bote de vaciado: facilita el vaciado completo del circuito para mantenimiento.
Una correcta instalación debe respetar las normativas vigentes, las distancias de seguridad del depósito de combustible y asegurar la accesibilidad para el mantenimiento posterior.
Mantenimiento de la calefacción de gasoil
El mantenimiento anual es imprescindible para garantizar la seguridad y eficiencia energética del sistema. Este incluye:
- Limpieza del quemador y revisión del funcionamiento de la caldera.
- Verificación del estado del vaso de expansión y la válvula de seguridad.
- Comprobación de la bomba de circulación y el termostato ambiente.
- Eliminación de aire mediante purgadores y vaciado del circuito si es necesario.
- Control de impurezas en el filtro de gasoil y limpieza del depósito.
Conclusión
La calefacción de gasoil representa una opción segura, potente y autónoma para climatizar viviendas, especialmente en zonas sin acceso a red de gas natural. Una instalación bien ejecutada, que integre elementos como vaso de expansión, válvulas de zona, bomba de circulación y termostato ambiente, junto con un mantenimiento regular, garantiza eficiencia, confort y una larga vida útil del sistema.